Manifiesto por el Día del Voluntariado
Hoy es 5 de diciembre, Día Internacional del Voluntariado, y desde el Consejo Local de Voluntariado tomamos la palabra, en nombre de todas las personas voluntarias de nuestra ciudad.
Tomamos la palabra. Sí, la cosa va de palabras; de palabras del voluntariado. Hoy estamos inaugurando una exposición de fotografías, en formato banderolas, con la que, desde el Consejo, hemos querido hacer un homenaje a todas las personas voluntarias. También pretendemos promover su labor, a fin de que sea más conocida y contagie, en el mejor de los sentidos, a toda la sociedad.
Es una exposición de fotografías, pero también de palabras, de palabras de voluntariado. Y es que veréis palabras acompañando a cada una de las 22 fotos. Son las palabras con la que cada una de las entidades participantes hemos querido definir a nuestro voluntariado.
Las personas voluntarias queremos hoy, en nuestro día, hacernos visibles, y ser escuchadas. Porque habitualmente trabajamos discretamente, sin hacer mucho ruido, pero de manera generosa y continuada. Un movimiento en la raíz de la sociedad, y que hace que el mundo avance y cambie a mejor, casi sin que nos demos cuenta. Porque, qué sería del mundo sin gente que soñara con cosas que parecen imposibles; sin gente que se mueve sin esperar nada a cambio; gente que no da del tiempo que le sobra, sino del tiempo que a veces ni siquiera tiene; un tiempo que ni siquiera es suyo, porque pertenece a su familia, a sus amigos... pero que es compartido con personas, incluso desconocidas, que lo necesitan más aún; qué sería del mundo sin gente que no se para a lamentarse de que la sociedad no cambia, sino que empieza por cambiar su vida, cambiando hábitos en su realidad más cercana.
Somos esas personas que no sólo van cobijando sueños, sino que trabajamos, muy despiertas, atentas a la realidad que nos rodea, con la que estamos profundamente comprometidas.
Los voluntarios y voluntarias fomentamos la convivencia social. En nuestro mundo cabemos todos y todas. Y luchamos contra el estigma, que desplaza a las personas. Creemos en la inclusión, y lo hacemos no sólo desde los papeles y las teorías. Lo vivimos desde el cariño, siendo un apoyo, con manos estrechadas, miradas, palabras de ánimo, silencios, sonrisas. Somos esos corazones capaces de combinar Hospitalidad y diversidad, porque creemos en una solidaridad circular, donde todas y todos nos necesitamos. Sabemos que nuestro papel no es tanto ayudar como compartir. Porque el desarrollo de las personas y los pueblos no es un proceso desde la superioridad, sino que se consigue desde el acompañamiento, en una relación de mutuo conocimiento y comprensión.
Ese cambio social no es inmediato, y lo sabemos. El voluntariado es una lucha constante, un camino en el que las personas voluntarias, desde su opción, trabajan para sembrar justicia. Y esas semillas serán árboles en el futuro. Árboles de justicia social que en la mayoría de los casos nosotros no llegaremos a disfrutar, pero que darán sombra y oxígeno a las generaciones venideras, en un mundo más equitativo, y donde se respete la dignidad de todas las personas.
Las personas voluntarias somos todo eso, y mucho más. Así que ya lo sabes, actívate, únete. Acompáñanos en este camino, porque no es posible conocer todo lo que despierta en ti el voluntariado, si no lo experimentas. Y es que en nuestras entidades, no fomentamos el voluntariado, sino que hacemos voluntarios. Porque cuando haces una acción voluntaria tu vida cambia, porque tú, voluntario y voluntaria, dejas huella con lo que haces, pero sobre todo, lo que haces te deja huella.