Objetivo 11: Lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles
El mundo cada vez está más urbanizado. Se espera que en 2030 el 60 % de la población mundial viva en ciudades.
Las ciudades y las áreas metropolitanas son centros neurálgicos del crecimiento económico, ya que contribuyen al 60 % aproximadamente del PIB mundial. Sin embargo, también representan alrededor del 70 % de las emisiones de carbono mundiales y más del 60 % del uso de recursos.
La rápida urbanización está provocando la aglomeración de más habitantes en más barrios pobres, infraestructuras y servicios inadecuados y sobrecargados (recogida de residuos, sistemas de agua y saneamiento, carreteras y transporte), más contaminación del aire y más crecimiento urbano incontrolado.
Ahora, además, la pandemia provocada por el COVID-19 está amenazando a las ciudades y comunidades, poniendo en peligro, no solo la salud pública, sino también la economía y el tejido social.
Respuesta al COVID-19
El impacto de la COVID-19 será más devastador en las zonas urbanas pobres y densamente pobladas.
Según la FAO, el hambre y las muertes pueden aumentar de manera significativa en las zonas urbanas que no cuentan con medidas para garantizar que los residentes pobres y vulnerables tengan acceso a alimentos.
El Plan de Respuesta COVID-19 de ONU-Hábitat (informe en inglés) aspira a lo siguiente:
- Apoyar a los Gobiernos locales y las soluciones comunitarias en asentamientos informales.
- Proporcionar datos urbanos, esquemas y conocimientos basados en datos empíricos para tomar decisiones fundamentadas.
- Mitigar el impacto económico e iniciar la recuperación.
- El marco normativo y de programas COVID-19 de ONU-Hábitat proporciona orientaciones para tomar medidas a nivel mundial, regional y nacional.