Patrimonio cultural
Perro ratonero bodeguero andaluz jerezano
Históricamente el Ratonero Bodeguero Andaluz ha estado ligado al desarrollo económico vitivinícola y ecuestre de nuestra tierra. Sus cualidades naturales para la caza, en especial de ratones y roedores, su tamaño y agilidad, les hizo ser muy valorados en bodegas y cortijos desde finales del siglo XIX, ya que garantizaban la ausencia de plagas en las haciendas.
De ahí que desde siempre se haya relacionado su imagen, amigable y singular, con la actividad de la viña y quehacer bodeguero propios de Jerez. Este hecho le confiere una característica poco usual, ya que se asegura que es la única raza ligada íntimamente a la tradición de una ciudad en concreto.
Debido a esta trayectoria tan genuina la Corporación Municipal de Jerez considera al perro ratonero andaluz jerezano como una joya zootécnica de nuestro patrimonio municipal, propio ejemplo de la ciudad de Jerez, como el vino, el caballo o el flamenco, pudiendo ser tan fiel representante y embajador de nuestra tierra como cualquiera de aquellos.
Esta devoción de la ciudad por el ejemplar canino quedó refrendada en el Pleno celebrado en septiembre de 2020, donde se aprobó por unanimidad con los votos de los grupos municipales PSOE, PP, Ciudadanos, Adelante Andalucía y Mixto, junto con el apoyo del Club Español del Ratonero Bodeguero Andaluz, la Declaración del ratonero bodeguero andaluz jerezano como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad.
Esta importante apuesta de la Corporación Municipal constituye un revulsivo para la puesta en valor de esta raza autóctona, ligada a la ciudad y sus bodegas y, por tanto, parte de nuestra señas de identidad.
La Declaración del ratonero bodeguero andaluz jerezano como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad ha sido una iniciativa fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento y la junta directiva del Club Español del Ratonero Bodeguero Andaluz, con el objetivo común de fomentar y difundir la raza propia del Marco de Jerez.