Una Fiesta Abierta
Los orígenes
La Feria del Caballo, declarada de Interés Turístico Internacional, es uno de los eventos más importantes que se celebran en Jerez. Surgida a raíz del comercio de caballos en la Edad Media, sigue manteniendo una estrecha relación con el mundo equino, siendo la única que aún mantiene una importante feria de ganado y caballar que se celebra de forma paralela a la Feria. La Feria actual nace a principios del siglo pasado de la unión de la feria de ganado de Dehesa de Caulina y la feria lúdica abierta a los ciudadanos que contaba con eventos taurinos.
La Feria del Caballo de Jerez cuenta con particularidades que la convierten en única en la comunidad autónoma. Es una Feria con casetas abiertas a la ciudadanía en las que cualquiera puede disfrutar de la música y la magnífica gastronomía de la zona. Igualmente, desde el Ayuntamiento se fomenta el exorno de las casetas con un concurso que premia al diseño más original y bonito dentro del recinto ferial.
Estos elementos junto al Paseo de Caballistas y de Enganches, el flamenco que se puede escuchar en cualquier rincón del González Hontoria, el vino y, sobre todo, la alegría hacen de la Feria de Jerez una Feria para disfrutar con los cinco sentidos.
El Alumbrado
Inauguración y Alumbrado
1,3 millones de puntos de luz y servicio reforzado de limpieza
El 4 de mayo se podrá dar suministro eléctrico a todo el parque y el sábado 7 a las 22 horas tendrá lugar la inauguración con el ‘Alumbrado’. El alumbrado se compone de 1.300.000 puntos de luz. Se mantiene el mismo diseño tradicional.
En cuanto al servicio de limpieza y de recogida de residuos, el Ayuntamiento a través de Medio Ambiente y en coordinación con la concesionaria Jerez UTE, dispondrá de 500 jornadas extras repartidas a lo largo de toda la semana para agilizar tales tareas, tanto a diario, como en la recogida final.
Las nuevas estructuras de las casetas permiten una mayor accesibilidad por la amplitud de la entrada. Se han adjudicado 177 casetas, que dispondrán de suministro eléctrico desde el miércoles 4 mayo una vez hayan presentado con antelación el boletín oportuno de la compañía eléctrica.
Calle del Infierno
¿Quién dijo que el infierno no es divertido? En la Feria del Caballo, la conocida Calle del Infierno (también llamada los "Cacharritos") es el lugar preferido de los más pequeños. De ahí no quieren salir.
A la amplia oferta de atracciones, se suman los puestos de alimentación tan populares en la Feria, como son los de hamburguesas, turrones, patatas o helados. También cuentan con una gran demanda de público las tómbolas, juegos de tiro y baloncesto, y todas las modalidades de destreza que permiten ganar todo tipo de regalos.
Día de los cacharritos
La Feria es una de las semanas favoritas de los más pequeños. El martes de Feria será el ‘Día de los Niños y de las Niñas’, de manera que tanto este día como el domingo de después de Feria, las atracciones tendrán una reducción en su precio. Igualmente, se mantendrá el ‘Día Sin Ruido’ para las personas con discapacidad, que será el miércoles en horario por determinar. Se unirá a esta medida el hecho de que 11 casetas colaboran con esta acción social, para que no haya ruido en éstas durante el horario de cena.
Las Casetas
Las casetas son uno de los emblemas más representativos de la Feria y el lugar de encuentro para tomar un buen vino, degustar de una amplía gastronomía y bailar unas sevillanas. Dentro de ellas se respira y se vive el ambiente de la fiesta.
Desde el punto de vista estético, la caseta es una estructura de metal cubierta por una lona a rayas, decorada con los típicos “farolillos” en su interior. No obstante, en Jerez, existe una gran tradición en la decoración y el cuidado de las casetas, tanto en el interior como en el exterior, con la construcción de portadas alegóricas a monumentos o lugares típicos de la ciudad. Una tendencia habitual también es que las casetas adopten la estética tradicional andaluza. Así es frecuente ver casetas en las que nos trasladamos a un cortijo típico de la campiña, con aperos de labranza y útiles del campo, como una alegoría a la tradición vitivinícola y ganadera de la zona. Otro modelo habitual entre las casetas es adoptar la fisonomía de los antiguos patios de vecinos, con ventanales, un buen exorno floral de claveles, clavenillas, gitanillas y geranios, y, en ocasiones, hasta simulaciones de pozos o pisos superiores. En los últimos años, también se está mejorando notablemente el interior de las casetas, haciéndolo cada vez más original y cómodo. Proliferan los cuadros y otros elementos decorativos, y se está extendiendo, por muchas casetas, el montaje de aires acondicionados.
Por este motivo, el Ayuntamiento convoca cada año un concurso en el que se premia a las mejores casetas instaladas en el Real, finalizando con la entrega de premios en el Templete Municipal.