El XXX Festival de Jerez celebra al flamenco y la danza como territorios de libertad
María José García-Pelayo destaca que el certamen es “diverso e inclusivo” al igual que la ciudad donde se desarrolla
La alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, ha presentado junto al director del Instituto Andaluz del Flamenco, Cristóbal Ortega, y el director de Fundarte, Carlos Granados, la 30 edición del Festival de Jerez, que se celebrará del 20 de febrero al 7 de marzo de 2026. El acto ha contado, además, con la presencia de otros miembros del equipo de Gobierno municipal, representantes de entidades y empresas colaboradoras y artistas que forman parte de la programación.
El XXX Festival de Jerez tomará y transformará la ciudad en un gran escenario en el que flamenco y danza se darán la mano desde la libertad más absoluta. Treinta años después, el veterano Festival se presenta al mundo como un espacio fértil y en evolución, capaz de tender puentes entre lo heredado y lo que está por venir. Lejos de detenerse en la nostalgia de las fechas conmemorativas, la edición celebra su recorrido como motor de renovación del flamenco y reafirma su voluntad de abrir caminos paralelos de diálogo con otras disciplinas artísticas, en un Festival que abre los brazos a todo el que quiera acercarse y que aspira a ser más inclusivo. El reto, seguir contribuyendo a la expansión del universo creativo del flamenco y la danza española.
Tras destacar la calidad de este proyecto artístico, su dimensión internacional y cómo se ha convertido en plataforma de promoción de la ciudad, García-Pelayo ha señalado que esa fuerte conexión entre Jerez y su Festival crea un nexo de unión entre los ciudadanos más allá de la pertenencia a un territorio, puesto que tiene lugar a través “de la máxima expresión de nuestro arte”. En este sentido, ha indicado que la nueva edición del certamen reúne los suficientes atractivos para que “los disfruten los jerezanos”. Para García-Pelayo, entre el 20 de febrero y el 7 de marzo, “las calles de la ciudad se llenarán de mucho arte y de buena gastronomía”, dada la nominación de Jerez como Capital Española de la Gastronomía para el próximo año.
En su intervención, la alcaldesa ha resaltado el hecho de que 2025 “ha sido un año especial para el flamenco”. A este respecto, ha recordado que la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de la zambomba de Jerez y Arcos cumple 10 años; que han transcurrido 15 años desde la Declaración Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad del Flamenco por parte de la UNESCO, además de los 600 años de la llegada de la comunidad gitana a España y el 100 aniversario del nacimiento de Antonio Gallardo.
Al hacer mención de estas fechas emblemáticas, ha señalado una muy especial: 2031, fecha en la que Jerez aspira a ser Capital Europea de la Cultura. Un proyecto que vendrá a demostrar la capacidad de “transformación social” de la cultura y, en especial, del flamenco.
“Nuestra obligación es seguir protegiendo, apoyando y fomentando algo que nos identifica”, ha manifestado Cristóbal Ortega, director del Instituto Andaluz del Flamenco, quien también ha recordado el 15 aniversario de la Declaración de la Unesco. Sobre el Festival de Jerez, ha asegurado que es “el gran Festival de la danza del mundo” y que Jerez se convierte durante su celebración en “la capital mundial del flamenco”. En su opinión, un certamen de estas característica es “un aliciente más” para que la ciudad consiga ser Capital Europea de la Cultura en 2031.
Por su parte, Carlos Granados, director de la muestra, ha explicado que la 30 edición del Festival de Jerez pone su mirada en la expresión libre del cuerpo a través de la danza y la imaginación, sin más limitaciones que las físicas. Una libertad, que en su opinión, es innata al flamenco. A su juicio, “estamos ante un arte que no es un legado que deba conservarse en una vitrina, sino que debe reflejar las inquietudes y servir de vehículo de expresión de la sociedad actual y la que está por venir”.
El director del certamen ha insistido en que, de alguna manera, la libertad siempre ha guiado a este arte singular. “El flamenco es de todos, de todo aquel que lo siente como propio”, al margen de su origen. Después de los 30 años transcurridos desde la primera edición, el certamen viene a reflejar “una sociedad en evolución” y una disciplina artística que se expande con gran fuerza hacia el futuro sin perder sus raíces.
“La cultura y las artes nos hacen mejores cuando incluyen y no excluyen”, ha comentado Carlos Granados. “Estamos ante un Festival libre, valiente, diverso, que abre las puertas, sin limpieza de sangre y donde todo el mundo tiene su sitio”.
